Hay esperanza.

La depresión, la soledad, el dolor y las heridas que aún no sanan, pueden nublar el panorama de tu vida, y hacerte creer que la única salida es rendirte.
Pero no estás solo, no tienes que vivir el dolor en soledad, y no tienes que perder la esperanza. En este video podrás conocer a alguien que ha vivido el mismo dolor, que sufrió heridas que son difíciles de sanar; y aún así, lo dio todo para darte esperanza y una nueva oportunidad de vivir.